[dropcap background_color="cap-default"]V[/dropcap]erdes esmeraldas, orquídeas negras, girasoles amarillos es una novela cuyo contenido transita entre lo imaginario, lo simbólico y lo real, entre lo consciente e inconsciente, entre diferentes discursos narrativos de los que depende la vida y la muerte, para recordar al gran Ovidio con una célebre sentencia oracular: «Nitimur in vetitum Semper cupimusque negata, sic interdictis inminet aeger aquis», una fuerza oculta siniestra y desconocida nos arrastra contra nuestra voluntad, y una cosa aconseja el deseo, otra la razón, se ve lo que es mejor y sin embargo se hace lo peor.

Las fuerzas inconscientes tiran al sujeto humano de un hilo, quién como marioneta se somete a su propio inconsciente, amo de un goce siniestro que lo convierte en esclavo de sí mismo, po lo que su sino, su destino está trazado.

!Qué sabe el pez del agua dónde nada toda vida!

El ser humano en su naturaleza, siempre se lanza hacia lo prohibido y desea lo que se niega; así en la obra Juan José acechó las aguas prohibidas y de aquello que creyó estar más lejos es de lo que estuvo más cerca.

La tragedia y la comedia se vislumbran como dos momentos, uno para recordar al ser humano su vulnerabilidad, aunque esto represente dolor ante la falta y las diferentes pérdidas que tienen que afrontar en el transcurso del vivir.